
Sabemos que el problema de la indigencia es sumamente complejo, porque no es sencillo reinsertar en la sociedad a personas que tienen tiempo viviendo en la calle, sin embargo, se pueden tomar medidas para solventar esta realidad, como la colaboración de las comunidades quienes asuman el compromiso de orientar y ayudar a los indigentes para que entiendan la necesidad que tienen de salir de esas condiciones de vida, pues conocen quienes son los seres sin hogar en sus sectores y la formación de las autoridades policiales para evitar el maltrato y la violencia en contra de estas personas.
Los adultos en situación de calle constituyen un grupo vulnerable a ser utilizado por el crimen organizado y de manera general se convierte en caldo de cultivo para generar mayor violencia e incrementar los niveles de exclusión social.
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